martes, 17 de marzo de 2020

Los Beneficios del Senderismo





Decir que cualquier ejercicio físico practicado con constancia y proporcionalidad es bueno para el ser humano, no es ni siquiera discutible en la actualidad. Si además este ejercicio físico es la forma más simple de los que existen y el más asequible de todos, nos encontramos con que la práctica del senderismo es la mejor recomendación para los que con poco esfuerzo quieren aportar a sus vidas los beneficios saludables que se consiguen caminando y ...recorriendo caminos.


En mi juventud, al compaginar el senderismo con otros deportes, nunca lo puse en valor ya que el principal motivo de su práctica era (y sigue siéndolo) buscar, descubrir y disfrutar nuevos lugares naturales en buena compañía. Ha sido cuando con los años he ido abandonando la práctica de otros deportes, he notado su importancia como origen y proveedor de unos beneficios tanto en el orden físico como en el psíquico, social o incluso en el intelectual.
Con la perspectiva de los años vividos y la experiencia acumulada me gustaría tratar de lo que aporta el senderismo a nuestras vidas, con la intención de motivar, aún más si cabe, a aquellos indecisos tanto por ser una práctica deportiva como por el hecho de realizarse en la naturaleza.
 

Empecemos con aquello que cuesta más: el trabajo físico...y sus beneficios.

Aunque el caminar sea el más simple de los deportes (no requiere gran aprendizaje) y el más asequible de todos (con muy poco se puede uno iniciar), para aquellos que de jóvenes no se han aficionado a la práctica deportiva o que de adulto se han ido acomodando, iniciarse en una actividad que requiere un mínimo de esfuerzo físico puede ser poco atractivo e incitador... Para estos me gustaría comentarles lo que les reportaría en términos de salud la práctica habitual del senderismo:

Mejora nuestra movilidad, abandonando el sedentarismo. El caminar de forma coordinada por terreno variado es un magnífico remedio para aliviar las tensiones musculares sobrevenidas de las malas posturas adquiridas del sedentarismo. Además cuando se hace de forma habitual y con esfuerzo moderado, ejercita y potencia principalmente la musculatura y articulaciones del tren inferior, aunque si se utilizan los bastones y el itinerario consta de desniveles, no es nada desdeñable el ejercicio de brazos, abdomen, cuello, espalda y hombros.

Mejora nuestra salud cardiovascular. Caminar durante un periodo prolongado activa y ejercita a nuestro corazón que como todo músculo se fortalece poniéndose en forma y previniendo las dolencias y enfermedades relacionadas con el sistema cardiovascular y respiratorio.

Mejora nuestra capacidad pulmonar. Durante la práctica del senderismo normalmente se aumenta nuestro ritmo de respiración propiciando un aporte de oxígeno de alta calidad (al realizarse en entornos naturales) a nuestros pulmones, mejorando ostensiblemente su capacidad y reduciendo la tensión arterial.

Reduce los niveles altos de colesterol y glucosa en la sangre. Caminar de forma habitual es el complemento perfecto, como ejercicio moderado principal, en un estilo de vida dinámico. Si lo realizamos durante 30 minutos a ritmo medio y unas tres veces por semana, y además lo complementamos con una ruta de 4 ó 5 horas el fin de semana, se garantiza mantener a raya los niveles de colesterol malo y glucosa en la sangre.
 


Aumenta nuestra densidad ósea. Existen estudios que confirman que caminando un mínimo de 4 horas a la semana se reduce en un 40% el riesgo de sufrir fracturas de cadera. Esto es importante para todas las personas pero lo es más especialmente para las mujeres de más de 40 años por su predisposición a padecer osteoporosis.

Mejora nuestra calidad de sueño. La práctica en general de ejercicio con regularidad conlleva un aumento de energía y una mejora de la calidad de nuestro sueño, vital para la recuperación biológica de nuestro cuerpo y mente.

Menor riesgo de muerte prematura. Hay estudios que demuestran que si estás activo más de 7 horas por semana, se disminuye en un 40 % la probabilidad de sufrirla.


Es evidente que un pequeño esfuerzo en acostumbrarnos a caminar en la naturaleza nos garantiza muchos y valiosos beneficios para la salud de nuestro cuerpo...


¿Y a nivel mental y psíquico qué nos aporta el senderismo?



Quizás sea en este aspecto donde el senderismo consiga sus logros más inmediatos y donde personalmente se noten más. Y es fácilmente comprensible: el simple hecho de sumergirte durante unos instantes en la naturaleza y disfrutar de su esplendor ya resulta bastante placentero y evocador para nuestro interior...

Aumenta la autoestima y la seguridad en uno mismo. Según varios estudios científicos, entrar en contacto con la naturaleza mejora nuestra autoestima y nos proporciona una placentera sensación de bienestar. Esto se debe a que, practicar deporte al aire libre propicia la liberación de endorfinas, que nos proporciona el sentimiento de felicidad. Además tras realizar una ruta, y ver lo que se ha sido capaz de recorrer, sobreviene una sensación de satisfacción y sin darnos cuenta, nuestra propia valoración aumenta al conseguir metas que no se pensaban que se podrían alcanzar. Esta sensación de satisfacción nos incita a ser más vitales estimulando el espíritu de aventura y desterrando el temor a enfrentarnos a nuevos retos.
Libera tu mente de preocupaciones y potencia el pensamiento positivo. En la Universidad de Stanford han realizado estudios que prueban que los paseos por entornos naturales reducen el "pensamiento rumiante" , que es aquel que de forma obsesiva se focaliza en uno mismo y en las preocupaciones, y que conllevan al pesimismo y a la ansiedad. Disfrutando la naturaleza nuestro ser se "embriaga" por la calma y el asombro por su esplendor. El senderismo posibilita el abandono de los sentimientos de tristeza y melancolía, aparcando y rebajando la importancia de las preocupaciones, desactivando todo atisbo de depresión y consiguiendo generar pensamientos positivos. Además el contacto habitual con la naturaleza nos predispone a la reflexión, la meditación y la relajación. 

Caminar mejora el humor y el estado de ánimo. Fíjate en las fotografías o en la gente que hace actividades en la naturaleza..., raro va ser que encuentres a alguien triste, es más, normalmente estarán sonriendo o alegres. Numerosos estudios han vinculado el caminar por la naturaleza con un mejor estado de ánimo y una reducción en los niveles de estrés.
Mejora nuestra capacidad de concentración. También se ha demostrado en varios estudios que la presencia en entornos naturales unida a una actividad como el senderismo estimula y aumenta nuestra capacidad de concentración. Esto es especialmente importante para aquellos que padecen los síntomas del llamado trastorno por déficit de atención (TDAH).

 



Resumiendo: mejor autoestima, más seguridad en sí mismo, liberarse de las preocupaciones, alejar la depresión, ser más reflexivo, tener mejor estado de ánimo, aumentar la atención y concentración..., en definitiva el senderismo te acerca a ser más feliz... ¿Alguien o algo te da más por menos?...

¿Y cómo interactúa el senderismo con las capacidades intelectuales?


El contacto con la naturaleza en general y más concretamente realizando una actividad física que te permite interactuar con ella descubriendo lugares y hábitats nuevos, genera aunque sea de forma imperceptible, una serie de beneficios para nuestras capacidades intelectuales.


  • Amplia los conocimientos sobre los entornos naturales y rurales por donde caminamos. El contacto con sus gentes, su estilo de vida y el conocimiento de primera mano de sus costumbres y tradiciones, y su patrimonio cultural e histórico-artístico. 

  • Aumenta la memoria. La práctica de ejercicio físico aeróbico, o sea realizado con suficiencia de oxígeno, potencia la memoria. Si además este ejercicio se realiza en contacto con la naturaleza, no solo se refuerza y potencia la capacidad de guardar información sino que también se reduce la pérdida de memoria. Tanto es así que existen estudios de psicología ambiental que comprobaron los efectos positivos en su capacidad memorística entre los alumnos universitarios que vivian y estudiaban en entornos naturales en contraposición de aquellos que no disfrutaban de esos entornos.
  • Favorece a la creatividad y el razonamiento. Numerosos artistas, escritores, educadores, psicólogos y filósofos (Antonio Machado, Nietsche, Terry Hartig, H.D. Thoreau, George Orwell, etc...), han escrito como la estancia, los paseos o caminatas por la naturaleza favorecen a la imaginación, creatividad y el razonamiento.

Y en las relaciones personales...


En anteriores post ya me he referido a lo agradable y satisfactorio que resulta la práctica del senderismo en compañía. Al vínculo con la naturaleza se añade la realización de un esfuerzo físico compartido que permite la comunicación fluida de sensaciones y conocimientos personales. Si estas experiencias vitales se repiten habitualmente se afianzan con un vínculo cercano a la amistad, la cual al establecerse entre personas que en muchos casos no son del mismo ámbito e incluso status social, nos permite enriquecernos personalmente con opiniones y pareceres distintos a los nuestros. 

Pero en las rutas de senderismo también nos encontramos a mucha gente que en estos entornos naturales y rurales son, normalmente, mucha más abiertas a la relación humana que en las ciudades. Quizás porque al compartir el mismo camino, el esfuerzo en realizarlo o la maravillosa naturaleza donde se realiza... la inhibición casi desaparece, dejando paso al saludo y la sonrisa y... a una predisposición a ayudarse si fuera necesario, siendo muy reconfortante cuando la oportunidad aparece y uno aprecia el haber sido útil a los demás.


No cabe duda que esto es un beneficio esencial en esta sociedad actual que en su devenir tiende a la globalización de las ideas y conocimientos pero que minimiza y es muy selectivo en las relaciones personales.



Y consecuentemente... promueve Valores Humanos.



Si, como ven... para el final he dejado como conclusión inherente a todo lo anteriormente expuesto que el senderismo promueve Valores Humanos. Ya se que con esta expresión me meto en aspectos muy intrínsecos y opinables de la moral e incluso de lo emocional, pero mi experiencia me dice que entre lo escenarios mejores para que surja lo mejor de las personas se encuentra la práctica del senderismo en la magnificencia de la naturaleza... Y enumero como muestra estas acciones: el ofrecimiento a ayudarse mutuamente, el ser receptivo y respetar la opinión y sentimientos de los demás, el compartir vicisitudes y experiencias, el fomentar el trabajo en equipo, el ampliar nuestras mentes a otros estilos de vida y aumentar la valoración por el entorno rural, etc..., y como no, el sentimiento de amor y respeto por la Naturaleza.




No quisiera terminar este artículo sin compartir una frase que escuché hace tiempo, y que lamentablemente no conozco su autor, pero que a aquellos que hayan sentido lo que es el senderismo seguro que les emocionará porque le evocará sensaciones únicas...



"El senderismo crea conciencia en tus ojos, oídos y el resto de tus sentidos".






Fuentes consultadas:
.www.consejosdevidasaludables.com
.www.cuerpomente.com/salud-natural/terapias-naturales
.www.nuevatribuna.es/articulo/salud/extraordinarios-beneficios-senderismo-salud-fisica-mental 
.www.mevoyalmonte.com
.www.efesalud.com 
.www.elconfidencial.com
.duemosli.blogs.uv.es

lunes, 16 de marzo de 2020

El respeto al Medio Ambiente.


No quisiera dejar pasar más tiempo sin tratar en este blog un tema crucial para todos los que nos sentimos senderistas: nuestro amor a la Naturaleza. Si... así es, al verdadero senderista, por encima del "placer o sentimiento" por andar y superar con esfuerzo el desafío de una nueva ruta, le motiva y le apasiona su admiración y amor al entorno natural. Una admiración y amor que, lejos de menguarse con el tiempo, a medida que los años de experiencia van cayendo en el "macuto", aumenta y pone más en valor si cabe lo excepcionalmente esencial que es en nuestras vidas el cuidado y el respeto por la Naturaleza (fauna, flora y espacio natural), la cual es la garantía para todos de una vida equilibrada y plena en nuestro planeta.


"Cuando te das cuenta del valor de la vida, uno se preocupa menos por debatir sobre el pasado, y se concentra más en la conservación del futuro."

Dian Fossey, zoóloga estadounidense reconocida por su labor científica y conservacionista con los gorilas de las montañas Virunga, en Ruanda y la República Democrática del Congo.

Minimizar el Impacto Ambiental.

Como senderistas cuando nos trasladamos a un entorno natural entramos, aunque lo hagamos sin llamar, en la "casa" de muchos seres y por lo tanto deberíamos considerarnos invitados... y, en muestra de agradecimiento, actuar con cuidado y respeto ya que nos inmiscuimos en sus vidas y hábitats produciendo, en mayor o menor medida, un impacto ambiental. 

De la lectura de las anteriores entregas de este blog al menos habrás sacado una idea en claro: para hacer senderismo con un mínimo de sentido común hay que prepararse: el equipo, el itinerario, conocer el clima, el horario, saber orientarse,etc... Es curioso que la mayoría de los que hacen senderismo toda la preparación de una ruta la circunscriben a conocer el camino y llevar el equipo necesario para cubrir sus necesidades y riesgos que le pueden comportar a ellos..., muy pocos tienen en cuenta el impacto de, por ejemplo, 20 personas "deambulando" durante 5 horas por una montaña, que es la "casa" o hábitat de muchos seres. Pocos, muy pocos, se estudian por anticipado por ejemplo los ciclos naturales de las especies a donde van: temporadas de anidación, de celo, migración de aves, polinización, trashumancia... y en definitiva si en el momento que incidimos en sus vidas es el apropiado o si tenemos que tener especial cuidado en "aparecer" con poco impacto ambiental o incluso posponer para otro momento la ruta a esa zona.


Pero eso sí, a todos nos encanta la experiencia bucólica y altamente satisfactoria de contemplar un maravilloso paisaje de bosque montañoso con el suave balanceo de sus ramas y el piar y revolotear de los pájaros...Y queremos que esto siempre se conserve así para nosotros, sin preocuparnos si las veces que aparecemos en ese bosque fastidiamos tanto a sus habitantes, que lamentablemente poco a poco somos el principal motivo de su desaparición...


En consecuencia, siempre que escogemos una ruta deberíamos informarnos también de la fauna y flora del entorno natural por donde transcurre y, además de ver si existe algún peligro para nosotros, conocer y deducir cuales de nuestras acciones pueden perjudicarles. Esto sería tener una actitud proactiva hacia el cuidado y el respeto del equilibrio del ecosistema.


Consejos para tener una conducta eco-amigable.


En España en particular, y en general en la mayoría de los países occidentales, desde hace más de 40 años llevamos escuchando muchos consejos para cuidar y respetar nuestro entorno natural: gracias a nuestra formación educativa, concienciación gubernamental y medios de comunicación, nuestro bagaje de información a este respecto debería ser suficiente para nunca excusarnos en el desconocimiento como motivo de una conducta dañina para el ecosistema. No obstante vamos a repasar los consejos más importantes pensando principalmente en nuestra actividad, el senderismo.
  • No tirar los restos de comidas ni envases ni basura, una bolsa para los desperdicios no ocupa sitio en la mochila y después se puede arrojar en los contenedores al efecto cuando volvamos a la zona urbana.
    Especial hincapié en las mondas de frutas o similar, existe una creencia mal extendida que por ser de origen orgánico estas pueden arrojarse por el camino o entorno natural. Además de ser estéticamente nefasto, no es nada apropiado para el ecosistema llenar ciertas áreas frecuentadas por el ser humano de pieles y mondas de especies distintas y no autóctonas del lugar.
  • Ojo con hacer fogatas o fumar, además de dejar el campo lleno de colillas o zonas tiznadas, es un riesgo descomunal de provocación de incendios. Hoy en día en la totalidad del espacio natural de España está prohibido la realización de fuegos si no son en lugares habilitados para ello y según en que temporadas del año.
  • No dejar rastro..., tanto si vamos para una jornada o para varios días, por ejemplo acampando, debemos tener en cuenta no sólo la ausencia de nuestros desperdicios sino también no erosionar el terreno, la arboleda o la vegetación por donde hemos estado.
  • No salirse del sendero marcado... Un ejemplo muy normal de erosión del terreno es la aparición de varios senderos en un mismo trayecto de la ruta, realizados por caminantes que se salieron de la senda original o para adelantar o atajar camino... Esto es una práctica dañina con el medio natural, además de arrancar la capa vegetal y el posible crecimiento forestal de esa zona, desprovee al terreno de su protección natural ante la erosión de las lluvias y otros agentes atmosféricos.
  • Otra forma muy normal de incidir negativamente en el medio natural es la contaminación acústica. Existen con demasiada frecuencia grupos de caminantes (para mí no son senderistas) que no paran de gritar y se les oye a kilómetros de distancia, --- si hasta para avisarse de la presencia de un animal se gritan de unos a otros con lo que solo producen la espantada del animal---. Debemos respetar en este sentido también el entorno natural, no es cuestión de ir siempre en silencio, pero tampoco produciendo un ruido totalmente fuera de lo normal..., de esta forma podremos disfrutar no sólo del paisaje y el aire puro de la naturaleza sino también de sus sonidos naturales, que expresan un sinfín de connotaciones de acciones de animales y de incidencias del viento en la flora y en las oquedades y salientes del terreno.
    Recuerda: El ruido es otra forma de contaminación. En silencio disfrutarás más de tu experiencia.

    • Respeto por la fauna y flora y sus ciclos naturales. Minimizar al máximo nuestro impacto sin acercarse en exceso a los animales (por ejemplo a los nidos de las aves: (https://www.seo.org) o sin recolectar flores, frutos o plantas, algunas de las cuales pueden incluso estar en peligro de extinción (http://www.plantasenpeligrodeextincion.com/).
       
       En este apartado debemos hacer inciso en la micología o recolección de setas, que en los últimos años ha experimentado un extraordinario auge, tanto es así que, en la actualidad todas las comarcas disponen o están en vías de establecer, una regulación muy estricta para las temporadas de recolección e imponiendo además, la posesión de permisos específicos para esta actividad.

    • Evitar el uso de jabones, lavavajillas o champús no biodegradables, en áreas del entorno natural que contaminarán y degradarán tanto el suelo como los riachuelos o ríos.
    • Promover el "estilo" de conducta respetuosa por el medio ambiente..., dando ejemplo precisamente en aquellos lugares donde por ser muy populares normalmente nos encontramos con bastantes "usufructos" que actúan al margen de un mínimo de cuidado por nuestro entorno natural. En estos sitios hay que ser protagonistas y dar ejemplo evidente de una conducta intachable y proactiva..., sin entrar en enfrentamientos pero con una actitud firme en el cumplimiento de lo expresado en los puntos anteriores e incluso en la recogida de posibles residuos o desperdicios aunque no sean nuestros.
      Y existen ya muchas iniciativas para proceder proactivamente, de forma que estos colectivos en sus actividades en la naturaleza no sólo no ensucian sino que además limpian... dando un ejemplo a seguir por todos.

      Para aquellos que quieran saber más sobre estas iniciativas les paso el siguiente enlace:http://www.planetainteligente.elmundo.es/comprometidos/iniciativas-ciudadanas-contra-la-basuraleza

      ¿Y con el coche que hacemos...?

      Para acercarnos al entorno natural lo ideal sería utilizar el transporte público o colectivo, pero la realidad es que lo más usado son los vehículos particulares. En consecuencia, y basado en mi experiencia, me gustaría expresaros una serie de recomendaciones del uso de los vehículos en el medio natural:


      Empecemos con el tema de aparcar el coche. No vale cualquier sitio:

      • En los caminos o pistas forestales los vehículos no pueden aparcarse bloqueando el paso para otros vehículos, por ejemplo motobombas contra incendios, ambulancias o de otro tipo de salvamento forestal.
      • En evitación de esto es totalmente inapropiado dejarlo en zonas de vegetación colindantes a los caminos forestales, por la erosión que producen en el terreno y el destrozo en la vegetación del linde del bosque o sotobosque.
      • Un caso frecuente es dejar el vehículo al sol en los días de verano calurosos. Se han producido algunos incendios por los componentes del motor sobrecalentados y/o por fugas del carburante.
       

      En consecuencia lo ideal sería buscar un "aparcamiento" que ni estorbe el paso por la pista forestal, ni maltrate la flora del espacio natural y que por supuesto no propicie ningún incidente por un defecto mecánico (fuga de carburante, fallo del freno de mano,...).


      Si para estar seguros del lugar idóneo tenemos que dejar el vehículo en la localidad o lugar rural más cercano, pues se hace, aunque tengamos que andar un poco más...


      Moverse por espacios naturales en vehículo, nunca puede ser igual que por las carreteras nacionales ni comarcales, ni siquiera por las calles de una ciudad. Primero porque el firme no está preparado ni en el mejor de los casos para velocidades por encima de 30 km/h., segundo porque el entorno de estas pistas forestales son la "casa" donde viven muchos seres y tanto por el nivel sonoro de los motores y por el del rodamiento del vehículo, producen un perjuicio considerable a su bienestar; y tercero: los caminos forestales los atraviesan normalmente todos estos animales... que en muchos casos al notar que un vehículo se lanza sobre ellos se quedan paralizados o actúan desconcertados, pudiendo producirse un accidente mortal, no sólo para el animal sino también para los componentes del vehículo por salida de éste fuera de la pista forestal.

      Para concluir este post me gustaría llamar la atención del lector con una reflexión personal: Creo no equivocarme pensando que el más mínimo sentido común impregna todos y cada uno de los consejos e ideas que se han presentado como conducta necesaria para reducir nuestro impacto medio ambiental, signo inapelable de que, como únicos seres razonables que somos del planeta, estamos obligados a comprometernos en la conservación y el cuidado de la maravillosa herencia recibida en espacios naturales. No nos queda otra si queremos que exista un futuro donde nuestros sucesores puedan emocionarse admirando todo lo que una Naturaleza en su plenitud es capaz de mostrarnos y ofrecernos...