No
quisiera dejar pasar más tiempo sin tratar en este blog un tema crucial para
todos los que nos sentimos senderistas: nuestro amor a la
Naturaleza. Si... así es, al verdadero senderista, por encima del
"placer o sentimiento" por andar y superar con esfuerzo el desafío de
una nueva ruta, le motiva y le apasiona su admiración y amor al entorno
natural. Una admiración y amor que, lejos de menguarse con el tiempo, a medida
que los años de experiencia van cayendo en el "macuto", aumenta y
pone más en valor si cabe lo excepcionalmente esencial que es en nuestras vidas
el cuidado y el respeto por la Naturaleza (fauna, flora y espacio natural), la
cual es la garantía para todos de una vida equilibrada y plena en nuestro
planeta.
Dian Fossey, zoóloga estadounidense reconocida por su labor científica y conservacionista con los gorilas de las montañas Virunga, en Ruanda y la República Democrática del Congo.
Minimizar el Impacto Ambiental.
Como senderistas cuando nos trasladamos a un entorno natural entramos, aunque lo hagamos sin llamar, en la "casa" de muchos seres y por lo tanto deberíamos considerarnos invitados... y, en muestra de agradecimiento, actuar con cuidado y respeto ya que nos inmiscuimos en sus vidas y hábitats produciendo, en mayor o menor medida, un impacto ambiental.
De la lectura de las
anteriores entregas de este blog al menos habrás sacado una idea en claro: para
hacer senderismo con un mínimo de sentido común hay que prepararse: el equipo,
el itinerario, conocer el clima, el horario, saber orientarse,etc... Es curioso
que la mayoría de los que hacen senderismo toda la preparación de una ruta la
circunscriben a conocer el camino y llevar el equipo necesario para
cubrir sus necesidades y riesgos que le pueden comportar a
ellos..., muy pocos tienen en cuenta el impacto de, por ejemplo, 20
personas "deambulando" durante 5 horas por una montaña, que es la
"casa" o hábitat de muchos seres. Pocos, muy pocos, se estudian por
anticipado por ejemplo los ciclos naturales de las especies a donde van:
temporadas de anidación, de celo, migración de aves, polinización,
trashumancia... y en definitiva si en el momento que incidimos en sus vidas es
el apropiado o si tenemos que tener especial cuidado en "aparecer"
con poco impacto ambiental o incluso posponer para otro momento la ruta a esa
zona.
Pero eso sí, a todos
nos encanta la experiencia bucólica y altamente satisfactoria de contemplar un
maravilloso paisaje de bosque montañoso con el suave balanceo de sus ramas y el
piar y revolotear de los pájaros...Y queremos que esto siempre se conserve así
para nosotros, sin preocuparnos si las veces que aparecemos en ese bosque fastidiamos
tanto a sus habitantes, que lamentablemente poco a poco somos el principal
motivo de su desaparición...
En
consecuencia, siempre que escogemos una ruta deberíamos informarnos también de
la fauna y flora del entorno natural por donde transcurre y, además de ver si
existe algún peligro para nosotros, conocer y deducir cuales de nuestras
acciones pueden perjudicarles. Esto
sería tener una actitud proactiva hacia el cuidado y el respeto del equilibrio
del ecosistema.
Consejos para tener una conducta eco-amigable.
En España en
particular, y en general en la mayoría de los países occidentales, desde hace
más de 40 años llevamos escuchando muchos consejos para cuidar y respetar
nuestro entorno natural: gracias a nuestra formación educativa, concienciación
gubernamental y medios de comunicación, nuestro bagaje de información a este
respecto debería ser suficiente para nunca excusarnos en el desconocimiento
como motivo de una conducta dañina para el ecosistema. No obstante vamos a
repasar los consejos más importantes pensando principalmente en nuestra
actividad, el senderismo.
- No tirar los restos de comidas ni envases ni basura, una bolsa para los desperdicios no ocupa sitio en la mochila y después se puede arrojar en los contenedores al efecto cuando volvamos a la zona urbana.
Especial hincapié en las mondas de frutas o similar, existe una creencia mal extendida que por ser de origen orgánico estas pueden arrojarse por el camino o entorno natural. Además de ser estéticamente nefasto, no es nada apropiado para el ecosistema llenar ciertas áreas frecuentadas por el ser humano de pieles y mondas de especies distintas y no autóctonas del lugar.
- Ojo con hacer fogatas o fumar, además de dejar el campo lleno de colillas o zonas tiznadas, es un riesgo descomunal de provocación de incendios. Hoy en día en la totalidad del espacio natural de España está prohibido la realización de fuegos si no son en lugares habilitados para ello y según en que temporadas del año.
- No dejar rastro..., tanto si vamos para una jornada o para varios días, por ejemplo acampando, debemos tener en cuenta no sólo la ausencia de nuestros desperdicios sino también no erosionar el terreno, la arboleda o la vegetación por donde hemos estado.
- No salirse del sendero marcado... Un ejemplo muy normal de erosión del terreno es la aparición de varios senderos en un mismo trayecto de la ruta, realizados por caminantes que se salieron de la senda original o para adelantar o atajar camino... Esto es una práctica dañina con el medio natural, además de arrancar la capa vegetal y el posible crecimiento forestal de esa zona, desprovee al terreno de su protección natural ante la erosión de las lluvias y otros agentes atmosféricos.
- Otra forma muy normal de incidir negativamente en el medio natural es la contaminación acústica. Existen con demasiada frecuencia grupos de caminantes (para mí no son senderistas) que no paran de gritar y se les oye a kilómetros de distancia, --- si hasta para avisarse de la presencia de un animal se gritan de unos a otros con lo que solo producen la espantada del animal---. Debemos respetar en este sentido también el entorno natural, no es cuestión de ir siempre en silencio, pero tampoco produciendo un ruido totalmente fuera de lo normal..., de esta forma podremos disfrutar no sólo del paisaje y el aire puro de la naturaleza sino también de sus sonidos naturales, que expresan un sinfín de connotaciones de acciones de animales y de incidencias del viento en la flora y en las oquedades y salientes del terreno.
Recuerda: El ruido es otra forma de
contaminación. En silencio disfrutarás más de tu experiencia.
-
Respeto por la fauna y flora y sus ciclos naturales. Minimizar al máximo nuestro impacto sin acercarse en exceso a los animales (por ejemplo a los nidos de las aves: (https://www.seo.org) o sin recolectar flores, frutos o plantas, algunas de las cuales pueden incluso estar en peligro de extinción (http://www.plantasenpeligrodeextincion.com/).En este apartado debemos hacer inciso en la micología o recolección de setas, que en los últimos años ha experimentado un extraordinario auge, tanto es así que, en la actualidad todas las comarcas disponen o están en vías de establecer, una regulación muy estricta para las temporadas de recolección e imponiendo además, la posesión de permisos específicos para esta actividad.
- Evitar el uso de jabones, lavavajillas o champús no biodegradables, en áreas del entorno natural que contaminarán y degradarán tanto el suelo como los riachuelos o ríos.
- Promover el "estilo" de conducta respetuosa por el medio ambiente..., dando ejemplo precisamente en aquellos lugares donde por ser muy populares normalmente nos encontramos con bastantes "usufructos" que actúan al margen de un mínimo de cuidado por nuestro entorno natural. En estos sitios hay que ser protagonistas y dar ejemplo evidente de una conducta intachable y proactiva..., sin entrar en enfrentamientos pero con una actitud firme en el cumplimiento de lo expresado en los puntos anteriores e incluso en la recogida de posibles residuos o desperdicios aunque no sean nuestros.Y existen ya muchas iniciativas para proceder proactivamente, de forma que estos colectivos en sus actividades en la naturaleza no sólo no ensucian sino que además limpian... dando un ejemplo a seguir por todos.Para aquellos que quieran saber más sobre estas iniciativas les paso el siguiente enlace:http://www.planetainteligente.elmundo.es/comprometidos/iniciativas-ciudadanas-contra-la-basuraleza
¿Y con el coche que hacemos...?
Para acercarnos al entorno natural lo ideal sería utilizar el transporte público o colectivo, pero la realidad es que lo más usado son los vehículos particulares. En consecuencia, y basado en mi experiencia, me gustaría expresaros una serie de recomendaciones del uso de los vehículos en el medio natural:
Empecemos con el tema de aparcar el coche. No vale cualquier sitio:- En los caminos o pistas forestales los vehículos no pueden aparcarse bloqueando el paso para otros vehículos, por ejemplo motobombas contra incendios, ambulancias o de otro tipo de salvamento forestal.
- En evitación de esto es totalmente inapropiado dejarlo en zonas de vegetación colindantes a los caminos forestales, por la erosión que producen en el terreno y el destrozo en la vegetación del linde del bosque o sotobosque.
- Un caso frecuente es dejar el vehículo al sol en los días de verano calurosos. Se han producido algunos incendios por los componentes del motor sobrecalentados y/o por fugas del carburante.
En consecuencia lo ideal sería buscar un "aparcamiento" que ni estorbe el paso por la pista forestal, ni maltrate la flora del espacio natural y que por supuesto no propicie ningún incidente por un defecto mecánico (fuga de carburante, fallo del freno de mano,...).
Si para estar seguros del lugar idóneo tenemos que dejar el vehículo en la localidad o lugar rural más cercano, pues se hace, aunque tengamos que andar un poco más...
Moverse por espacios naturales en vehículo, nunca puede ser igual que por las carreteras nacionales ni comarcales, ni siquiera por las calles de una ciudad. Primero porque el firme no está preparado ni en el mejor de los casos para velocidades por encima de 30 km/h., segundo porque el entorno de estas pistas forestales son la "casa" donde viven muchos seres y tanto por el nivel sonoro de los motores y por el del rodamiento del vehículo, producen un perjuicio considerable a su bienestar; y tercero: los caminos forestales los atraviesan normalmente todos estos animales... que en muchos casos al notar que un vehículo se lanza sobre ellos se quedan paralizados o actúan desconcertados, pudiendo producirse un accidente mortal, no sólo para el animal sino también para los componentes del vehículo por salida de éste fuera de la pista forestal.
Para concluir este post me gustaría llamar la atención del lector con una reflexión personal: Creo no equivocarme pensando que el más mínimo sentido común impregna todos y cada uno de los consejos e ideas que se han presentado como conducta necesaria para reducir nuestro impacto medio ambiental, signo inapelable de que, como únicos seres razonables que somos del planeta, estamos obligados a comprometernos en la conservación y el cuidado de la maravillosa herencia recibida en espacios naturales. No nos queda otra si queremos que exista un futuro donde nuestros sucesores puedan emocionarse admirando todo lo que una Naturaleza en su plenitud es capaz de mostrarnos y ofrecernos...
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